SANTIAGO DE CHILE.- Los siete bomberos que murieron en un incendio forestal ocurrido en la región de la Araucanía, al sur de Chile, son velados desde ayer en medio del dolor de sus familiares, mientras que otros dos brigadistas que resultaron heridos fueron trasladados a la capital para facilitar su recuperación.
Los brigadistas trabajaban en la extinción de un incendio que amenazaba el predio de la empresa Forestal Mininco, cuando un imprevisto giro del viento hizo que las llamas los rodeen. Al verse cercados, trataron de huir, pero sólo uno de los 10 salió ileso.
Uno de los fallecidos es Marcelo de La Vega, de 34 años, jefe de la brigada y quien también trabajó en Portugal en la extinción de siniestros. "Ojalá que tras esto exista más protección, porque este trabajo es muy difícil y muy arriesgado, sobre todo para los que tienen familia", afirmó Mariana Contreras, esposa del bombero fallecido, visiblemente afectada.
Tres de las víctimas no sobrepasaban los 20 años. Uno de ellos, Cristián Freire, de 18 años, se empleó como bombero para ahorrar dinero y poder estudiar en la universidad. "Como era de una familia de escasos recursos, quería trabajar para costearse sus estudios", relató su tío, Juan Freire. Los restos serán sepultados hoy en Carahue, anunciaron los familiares.
El Gobierno decretó duelo en las regiones de la Araucanía y del Biobío, lo cual supone suspender las actividades de las instituciones públicas y el izado de banderas a media asta. "Pretendemos dar cuenta del dolor, no sólo nuestro sino que del pueblo entero", explicó el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, en conferencia de prensa.
Dos brigadistas sobrevivientes, Gonzalo Contreras y Julio Marín, quienes resultaron con quemaduras de distinta gravedad, fueron trasladados a Santiago, donde son atendidos en el hospital del Trabajador. "Contreras posee el 25% de la superficie de su cuerpo quemada, en sus vías respiratorias producto de la inhalación de gases lo que representa una gravedad relevante", advirtió el jefe de la Unidad de Quemados del nosocomio, Ricardo Roa. En cambio, Marín tiene un 6% del cuerpo quemado y sufre de un trauma por estrés.
La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) anunció que ese foco de fuego ha sido "técnicamente controlado". El presidente, Sebastián Piñera, manifestó sus sospechas de que el incendio fue causado con "intencional criminal", por lo cual presentó una querella a nombre del Gobierno chileno, para que se juzgue el caso bajo la Ley Antiterrorista pinochetista. Aún siguen activos ocho incendios en el sur chileno, donde se perdieron más de 51.000 hectáreas. (AFP)